10. HAN ATRAPADO A DIOS
Yo venÃa de una fiesta y caminaba rumbo a casa. Me detuve un poco a mirar borracho el cielo gris de las tres de la mañana cuando vi a un chico que, instalado en lo más alto del puente de la Cinco y Diez, querÃa dejar atrás el sueño.
“Otro pinche loco que intenta huirâ€�, dije y sin embargo, me quede ahÃ, esperando con cierto morbo el momento del aterrizaje. Luego pensé en correr, correr sin parar hasta perder el sentido y olvidarme de ello pero no pude..., el impulso venció a la habitual indiferencia. Subà las escaleras diciéndome a mà mismo: "Tengo que evitarlo".
“No saltesâ€�, dije, “no vale la pena. Acabas hecho una mierda o terminas siendo una grotesca manera de arruinarle el dÃa a esos estúpidos que desayunan huevos y bacon leyendo la nota roja. El dolor no termina aquà ¿entiendes? Ésta es tu única vidaâ€�. I can't believe that: yo, el idiota del barrio, dando consejos.
No me contestó, seguÃa de pie en una de las esquinas, desafiando al equilibrio en un riesgoso juego que me ponÃa en fase alerta. Claro, soy un 100% pro-suicidio pero vamos, matarse a esas horas no es nada chic ni radical y me preguntaba si habrÃa leÃdo el Manual de Tsurumi Wataru< y qué puntaje le habrÃa dado el nipón a este intento de suicidio tan chafa.
—Anda, bájate de ahà que si te tuerce un chota va a pensar que eres tagger y hasta madreado vas a salir.
—Tú no entiendes nada. Es tan difÃcil ser Cristo, el hijo de Dios...
—A ver, compruébamelo —dije irónico—, haz algo.
—Soy Cristo, no un superhéroe.
Finalmente lo convencÃ. Bajo muy friquiado e inesperadamente rompió a llorar. No tenÃa sitio a donde llegarle ni conocÃa a nadie en la city. Se vino en un long ride desde La Paz y bueno, decidà llevarlo al squat que compartÃa con unas cuantas almas en desgracia, junkies y vÃrgenes adolescentes bajo un decorado de discos revueltos y un buten de artefactos pop. Él parecÃa ser un loser más but who cares, anyway.
Al conocer el sitio en donde vivÃa señalo que era un ambiente sórdido para un chico tan nice como yo. “Vivir en el peligro es mi fin. Además ¿sabes?â€�, le dije, “a mà no me aguanta ni mi madreâ€�. Ya no pudo preguntar otra cosa, se quedó jetón en uno de los viejos catres. “¡Bingo!â€�, pensé cuando lo vi rolado. “¿En cuánto podré vender la exclusiva a Primer Impacto? Live in person, el representante de Dios en la Tierra en su primera visita en 2000 años.â€�
Eran las 10 a.m. cuando se levanto y mientras desayunábamos unos Fruti Lupis, me contó que estaba harto de vagar alone por segunda vez en el mundo, que todos lo mencionan y le piden cosas pero ¿qué recibÃa él? Pendientes, letras de agradecimiento y flores.
—¿Para qué fregados me sirve eso si no aguanto esta vida miserable que llevo? No tengo amigos, no tengo en quien confiar, a quien querer —dijo con una voz llena de rencor y angustia.
—Ay no mames —le contesté riéndome—, si aguantaste una crucifixión que no soportes un poquito a la puta soledad.
Unas horas más tarde le presente a los integrantes de la tribu: Tina, una runaway de Detroit que habla poquito español; Tavo, un chilango que nadie sabe como le hace pero todos los dÃas nos trae algo que comer y paga nuestras cuentas; Isabel, la novia social del Tavo que un fin de semana se la pasa aquà y otro en la casa de sus padres; Rubén, un neopunkie que lo único que hace es leer comics, fumar weed o escuchar a Rancid todo el dÃa a tope y Geraldine, una francesita pacheca que recorre el mundo como mochilera y que lleva tres meses en la city.
¡Ah, faltaba Jorge!, que se gana la vida comopeluquero hair stylist y que, cuando llegó del work trabajo, le cortó el cabello. Cristo querÃa mantener el viejo look, you know, cabello largo y barba como la de los fuckin' hippies. “No, no eso ya no se llevaâ€�, le dijimos todos, “que te haga unos baby dread locks, déjate una piocha y ya estáâ€�. Como traÃa el cabello todo enmarañado no fue difÃcil hacerle las trencitas y como olÃa a madres, peor que la Charrita Espacial del downtown, lo mandamos derechito al baño. Su ropa vieja fue a parar al cubo de la basura, le presté mi camiseta favorita de Primal Scream y un jeans negro que le quedó, por lo escuálido que estaba, como baggy. Al verlo bañado y cambiado, una emocionada Geraldine le empezó a chiflar.
Las siguientes semanas me la pasé instruyendo a Cristo sobre polÃtica, deportes, moda, sexualidad, cultura, sueños, carteles, videos, guerras y deberes. Por un mes, le tocó lavar el baño y sacar la basura en bolsas del súper, una especie de ritual de iniciación a nuestra tribu. Jorge, que era el Mr. Clean de la casa, se encargó de decirle cómo y cuándo tenÃa que hacerlo y hasta eso, Cristo no era huevón.
Al convivir con él todos los dÃas pude apreciar que sus gustos eran muy especiales. Por un lado, le gustaban las comedias americanas del tipo Seinfeld o Friends (aunque no tenÃa muy en claro el humor gringo) y por el otro, evitaba cualquier show de cops, investigadores privados o pelÃculas violentas de artes marciales. ¿Alguna particularidad? Lloró con ET, era una bestia para jugar Nintendo y decÃa picsa en vez de pizza; le fascinaba el mole dulce, las galletas de animalitos y la cerveza dos equis. ¿Qué más? Oh sÃ, se agüitaba cada vez que me ponÃa mi T-shirt del tour europeo de Hitler, no entendÃa los albures de Tavo e insistÃa en darnos un sermón cada domingo.
Yo, en cambio, insistà en ponerlo al tanto de lo que habÃa pasado desde su última visita, el pobre no se habÃa enterado de nada. Le hable de la bomba atómica, la guerra frÃa, el divorcio, los Jesus Freaks, la parabólica y el fax machine, la crisis de civilización, la leucemia y QVC, la caÃda del comunismo, el ecocidio y la clave lada para hablar gratis, la corrupción generalizada y las smarts drugs, del punk y los raves, de pelÃculas de arte y el lado fringe de las revistas, de la democracia bipartidista y la narcocultura, de los modem molesters y los psycho killers americanos... En fin, él era muy listo y aprendÃa tan rápido que al mes ya se sabÃa de memoria los eventos más importantes del siglo XX y hasta diseñaba nuestra página en Internet. Ah, Tavo le consiguió quién sabe cómo una fake id y paso a llamarse Jesús Alvarez; ChuyÃn, de cariño.
En cuanto a la música no le gustaba el techno o el house y para mi horror, le apetecÃa más el folk primerizo de Dylan y el soul norteño inglés que escuchaba con Geraldine cada vez que Rubén salÃa o descuidaba el estéreo. Para remediar su incipiente mal gusto, le grabé una cinta con algo de Consolidated, Le Mans, El Aviador Dro, Pavement, Galaxie 500, France Gall, Mouse on Mars, Luis Arcaraz y Pulp, entre otras cosas que yo no paraba de escuchar en mi walk man Sony. Le cayó en gracia el ‘Dear God’ de los XTC y dijo: "Le comentaré a mi padre".
En las tardes, sentados en el suelo nos ponÃamos a charlar sobre diferentes asuntos. Que si los malosos son ellos y no nosotros; que si ya no habÃa casi nada decente que ver en la tele salvo los cartoons; que si ahora bastaba con tener una buena colección de discos para querer ser DJ y a veces, ni eso; que si las drogas sintéticas ya no ejercÃan el mismo poder de atracción que antes; que si Kostabi era un pintor sobrevalorado y por qué ya nadie recordaba al genial Basquiat; que no era cierto que el hip hop fuera sólo para malandros que van a las malls y otras cosas más o menos estúpidas. Otras tardes jugábamos Escrúpulos, Monopolio, cartas o al Mortal Kombat. Yo siempre ganaba y Cristo, insisto, era una bestia para los juegos, inclusive, peor que la mongola de Tina.
En un momento de confusión le hicimos confesar que era virgen. Sure, the last american virgin. Yo tenÃa mis dudas respecto a sus preferencias sexuales, pero cuando lo vi con Geraldine liado en un heavy match, deseché la idea de que fuese homo. Y aunque Geraldine era de fiar, por si las dudas, le regalé al ChuyÃn un paquetito de condoms.
En otras ocasiones, cuando estaba stoned, se ponÃa melancólico y nos recetaba su discurso. Ya saben, la ideologÃa pacifista, el compartir tus bienes con la gente pobre y ese rollo del amor al prójimo. Y nos decÃa: "Ustedes vinieron a este mundo a sufrir por los pecados que no han cometido. Yo soy el bálsamo para sus lágrimas y la cura a sus lamentos." Yeah, el skunk que conseguÃa Tavo siempre era de lo mejor.
Para hacerlo encabronar le decÃa: "ChuyÃn, Chuyito, ¿por qué no me haces un milagrito?" mientras Isabel y Rubén lo abrumaban con preguntas del tipo: “¿Tienen TV cable en el cielo? ¿Es cierto que los Testigos de Jehová ya tienen reservado todo el cupo allá arriba? ¿Los ángeles son de Charlie, de California o de todo el mundo? ¿Está ahà Andy Warhol? ¿Qué pedo con Ian Curtis?â€�
Una desafortunada tarde de verano le dije: "Te invito a la noche más killer que hay en la city. ImagÃnate, cinco dólares y barra libre. All you can fuckin' drink, man." Se apuntó de inmediato. Llegamos temprano, casi no habÃa gente y aprovechamos para empezar el conteo. Chuy pidió un tequila, al principio se sintió un poco raro pero le gustó el sabor; con el segundo tequila encima se puso horny, echándole el ojo a una gringa buenona que lo miraba insistentemente. Se fue a platicar con ella a la terraza y, desde mi lugar, apenas si alcanzaba a escuchar lo que la chica le contaba: "Tantas veces te he buscado, he sentido la necesidad de encontrarte pero siempre escucho una voz interior que me dice ‘¡NO!’ y vuelvo a mi infierno. Esta bien, soy una bitch que le encanta polear pero tengo sentimientos y hasta un poquito de fe". Y él contestó: "It's okey, baby", mientras le agarraba los scharros.
Cuando regrese con otra ronda de tequilas, se tomó de un sólo trago el suyo y me gritó al oÃdo: "¡Es tan divertido. I want to dance!". Gritaba tan eufórico que parecÃa que se le habÃa metido el pinche chamuco y apenas era el tercer tequila. Entró corriendo a la pista cuando pusieron una de los Offspring.
—¿Cómo se llama esto?
—S-L-A-M. Y cálmate, que eso ya paso de moda.
No supe cómo ni quién armó la bronca pero cuando salimos del club lo estaban esperando unos niggers del tipo dimensional 4x4. Ni chance le dieron de poner la otra mejilla o de defenderse, se lo surtieron de volada. Él sólo decÃa: "Padre, perdónalos no saben lo que hacen". Pensé en hacerle el paro pero luego dije: "Ni madres" al ver llegar a los piratas del Grupo Táctico; no más me acercaba tantito y ya estaban con la macana lista para soltar los madrazos. Los negros corrieron como si fueran Ben Johnson pero ChuyÃn no pudo. Uno del Táctico lo alcanzó a agarrar de las trenzitas y vas pa'rriba del pick up en viaje sin escala a la Cárcel Municipal.
De un teléfono público le hablé a Tavo pidiéndole que consiguiera el money suficiente para pagar la multa. Me senté a esperarlo y a las dos horas llegó con Geraldine y otro tipo que no conocÃa; el tipo habló con el que atendÃa el changarro y pago la multa por faltas al Bando de policÃa y buen gobierno. Nos lo entregaron madreadÃsimo y descalzo; al pendejo le habÃan volado las Dr. Martens de Rubén pero eso, por las circunstancias, no lo consideramos importante.
Pasamos primero a la Cruz Roja para que le hicieran algunas curaciones. TenÃa el rostro lleno de moretones y cortadas; ahà lo vi, por primera vez, como lo vemos representado en la iglesia: una silueta deplorable y magullada de un hombre sangrante con el rostro apagado y los ojos cerrados.
En el camino a casa, sólo abrió la boca para decir: “¿Por qué TelNor no tiene una lÃnea directa para hablar al cielo?â€�
próximo capÃtulo:
--------------
revisión 2004: ¿Un clásico en el repertorio? Yeah, kind of. Gracias a que buten amigos dan clases en prepas y universidades es uno de mis relatos más leÃdos. Esta es una versión corregida del texto que apareció en el libro (hay otra, más extensa y actualizada que no encuentro por ninguna parte).
¿De qué se trata? Mmm, bueno, si tomamos en cuenta que Bukowski
tiene un relato llamado «Cristo en patines» pensé ¿por qué no puedo imaginarme a Cristo de joven confundido y suicida en TJ? Indie pop + tv shows + revistas underground + noches de farra + violencia + citas de la Biblia + a twisted sense of humour + referencias from de 70´s a los primeros 90´s + la city.
A pesar del anuncio, nunco hubo la idea de continuar el relato (era una broma, geddit?).
“Otro pinche loco que intenta huirâ€�, dije y sin embargo, me quede ahÃ, esperando con cierto morbo el momento del aterrizaje. Luego pensé en correr, correr sin parar hasta perder el sentido y olvidarme de ello pero no pude..., el impulso venció a la habitual indiferencia. Subà las escaleras diciéndome a mà mismo: "Tengo que evitarlo".
“No saltesâ€�, dije, “no vale la pena. Acabas hecho una mierda o terminas siendo una grotesca manera de arruinarle el dÃa a esos estúpidos que desayunan huevos y bacon leyendo la nota roja. El dolor no termina aquà ¿entiendes? Ésta es tu única vidaâ€�. I can't believe that: yo, el idiota del barrio, dando consejos.
No me contestó, seguÃa de pie en una de las esquinas, desafiando al equilibrio en un riesgoso juego que me ponÃa en fase alerta. Claro, soy un 100% pro-suicidio pero vamos, matarse a esas horas no es nada chic ni radical y me preguntaba si habrÃa leÃdo el Manual de Tsurumi Wataru< y qué puntaje le habrÃa dado el nipón a este intento de suicidio tan chafa.
—Anda, bájate de ahà que si te tuerce un chota va a pensar que eres tagger y hasta madreado vas a salir.
—Tú no entiendes nada. Es tan difÃcil ser Cristo, el hijo de Dios...
—A ver, compruébamelo —dije irónico—, haz algo.
—Soy Cristo, no un superhéroe.
Finalmente lo convencÃ. Bajo muy friquiado e inesperadamente rompió a llorar. No tenÃa sitio a donde llegarle ni conocÃa a nadie en la city. Se vino en un long ride desde La Paz y bueno, decidà llevarlo al squat que compartÃa con unas cuantas almas en desgracia, junkies y vÃrgenes adolescentes bajo un decorado de discos revueltos y un buten de artefactos pop. Él parecÃa ser un loser más but who cares, anyway.
Al conocer el sitio en donde vivÃa señalo que era un ambiente sórdido para un chico tan nice como yo. “Vivir en el peligro es mi fin. Además ¿sabes?â€�, le dije, “a mà no me aguanta ni mi madreâ€�. Ya no pudo preguntar otra cosa, se quedó jetón en uno de los viejos catres. “¡Bingo!â€�, pensé cuando lo vi rolado. “¿En cuánto podré vender la exclusiva a Primer Impacto? Live in person, el representante de Dios en la Tierra en su primera visita en 2000 años.â€�
Eran las 10 a.m. cuando se levanto y mientras desayunábamos unos Fruti Lupis, me contó que estaba harto de vagar alone por segunda vez en el mundo, que todos lo mencionan y le piden cosas pero ¿qué recibÃa él? Pendientes, letras de agradecimiento y flores.
—¿Para qué fregados me sirve eso si no aguanto esta vida miserable que llevo? No tengo amigos, no tengo en quien confiar, a quien querer —dijo con una voz llena de rencor y angustia.
—Ay no mames —le contesté riéndome—, si aguantaste una crucifixión que no soportes un poquito a la puta soledad.
Unas horas más tarde le presente a los integrantes de la tribu: Tina, una runaway de Detroit que habla poquito español; Tavo, un chilango que nadie sabe como le hace pero todos los dÃas nos trae algo que comer y paga nuestras cuentas; Isabel, la novia social del Tavo que un fin de semana se la pasa aquà y otro en la casa de sus padres; Rubén, un neopunkie que lo único que hace es leer comics, fumar weed o escuchar a Rancid todo el dÃa a tope y Geraldine, una francesita pacheca que recorre el mundo como mochilera y que lleva tres meses en la city.
¡Ah, faltaba Jorge!, que se gana la vida como
Las siguientes semanas me la pasé instruyendo a Cristo sobre polÃtica, deportes, moda, sexualidad, cultura, sueños, carteles, videos, guerras y deberes. Por un mes, le tocó lavar el baño y sacar la basura en bolsas del súper, una especie de ritual de iniciación a nuestra tribu. Jorge, que era el Mr. Clean de la casa, se encargó de decirle cómo y cuándo tenÃa que hacerlo y hasta eso, Cristo no era huevón.
Al convivir con él todos los dÃas pude apreciar que sus gustos eran muy especiales. Por un lado, le gustaban las comedias americanas del tipo Seinfeld o Friends (aunque no tenÃa muy en claro el humor gringo) y por el otro, evitaba cualquier show de cops, investigadores privados o pelÃculas violentas de artes marciales. ¿Alguna particularidad? Lloró con ET, era una bestia para jugar Nintendo y decÃa picsa en vez de pizza; le fascinaba el mole dulce, las galletas de animalitos y la cerveza dos equis. ¿Qué más? Oh sÃ, se agüitaba cada vez que me ponÃa mi T-shirt del tour europeo de Hitler, no entendÃa los albures de Tavo e insistÃa en darnos un sermón cada domingo.
Yo, en cambio, insistà en ponerlo al tanto de lo que habÃa pasado desde su última visita, el pobre no se habÃa enterado de nada. Le hable de la bomba atómica, la guerra frÃa, el divorcio, los Jesus Freaks, la parabólica y el fax machine, la crisis de civilización, la leucemia y QVC, la caÃda del comunismo, el ecocidio y la clave lada para hablar gratis, la corrupción generalizada y las smarts drugs, del punk y los raves, de pelÃculas de arte y el lado fringe de las revistas, de la democracia bipartidista y la narcocultura, de los modem molesters y los psycho killers americanos... En fin, él era muy listo y aprendÃa tan rápido que al mes ya se sabÃa de memoria los eventos más importantes del siglo XX y hasta diseñaba nuestra página en Internet. Ah, Tavo le consiguió quién sabe cómo una fake id y paso a llamarse Jesús Alvarez; ChuyÃn, de cariño.
En cuanto a la música no le gustaba el techno o el house y para mi horror, le apetecÃa más el folk primerizo de Dylan y el soul norteño inglés que escuchaba con Geraldine cada vez que Rubén salÃa o descuidaba el estéreo. Para remediar su incipiente mal gusto, le grabé una cinta con algo de Consolidated, Le Mans, El Aviador Dro, Pavement, Galaxie 500, France Gall, Mouse on Mars, Luis Arcaraz y Pulp, entre otras cosas que yo no paraba de escuchar en mi walk man Sony. Le cayó en gracia el ‘Dear God’ de los XTC y dijo: "Le comentaré a mi padre".
En las tardes, sentados en el suelo nos ponÃamos a charlar sobre diferentes asuntos. Que si los malosos son ellos y no nosotros; que si ya no habÃa casi nada decente que ver en la tele salvo los cartoons; que si ahora bastaba con tener una buena colección de discos para querer ser DJ y a veces, ni eso; que si las drogas sintéticas ya no ejercÃan el mismo poder de atracción que antes; que si Kostabi era un pintor sobrevalorado y por qué ya nadie recordaba al genial Basquiat; que no era cierto que el hip hop fuera sólo para malandros que van a las malls y otras cosas más o menos estúpidas. Otras tardes jugábamos Escrúpulos, Monopolio, cartas o al Mortal Kombat. Yo siempre ganaba y Cristo, insisto, era una bestia para los juegos, inclusive, peor que la mongola de Tina.
En un momento de confusión le hicimos confesar que era virgen. Sure, the last american virgin. Yo tenÃa mis dudas respecto a sus preferencias sexuales, pero cuando lo vi con Geraldine liado en un heavy match, deseché la idea de que fuese homo. Y aunque Geraldine era de fiar, por si las dudas, le regalé al ChuyÃn un paquetito de condoms.
En otras ocasiones, cuando estaba stoned, se ponÃa melancólico y nos recetaba su discurso. Ya saben, la ideologÃa pacifista, el compartir tus bienes con la gente pobre y ese rollo del amor al prójimo. Y nos decÃa: "Ustedes vinieron a este mundo a sufrir por los pecados que no han cometido. Yo soy el bálsamo para sus lágrimas y la cura a sus lamentos." Yeah, el skunk que conseguÃa Tavo siempre era de lo mejor.
Para hacerlo encabronar le decÃa: "ChuyÃn, Chuyito, ¿por qué no me haces un milagrito?" mientras Isabel y Rubén lo abrumaban con preguntas del tipo: “¿Tienen TV cable en el cielo? ¿Es cierto que los Testigos de Jehová ya tienen reservado todo el cupo allá arriba? ¿Los ángeles son de Charlie, de California o de todo el mundo? ¿Está ahà Andy Warhol? ¿Qué pedo con Ian Curtis?â€�
Una desafortunada tarde de verano le dije: "Te invito a la noche más killer que hay en la city. ImagÃnate, cinco dólares y barra libre. All you can fuckin' drink, man." Se apuntó de inmediato. Llegamos temprano, casi no habÃa gente y aprovechamos para empezar el conteo. Chuy pidió un tequila, al principio se sintió un poco raro pero le gustó el sabor; con el segundo tequila encima se puso horny, echándole el ojo a una gringa buenona que lo miraba insistentemente. Se fue a platicar con ella a la terraza y, desde mi lugar, apenas si alcanzaba a escuchar lo que la chica le contaba: "Tantas veces te he buscado, he sentido la necesidad de encontrarte pero siempre escucho una voz interior que me dice ‘¡NO!’ y vuelvo a mi infierno. Esta bien, soy una bitch que le encanta polear pero tengo sentimientos y hasta un poquito de fe". Y él contestó: "It's okey, baby", mientras le agarraba los scharros.
Cuando regrese con otra ronda de tequilas, se tomó de un sólo trago el suyo y me gritó al oÃdo: "¡Es tan divertido. I want to dance!". Gritaba tan eufórico que parecÃa que se le habÃa metido el pinche chamuco y apenas era el tercer tequila. Entró corriendo a la pista cuando pusieron una de los Offspring.
—¿Cómo se llama esto?
—S-L-A-M. Y cálmate, que eso ya paso de moda.
No supe cómo ni quién armó la bronca pero cuando salimos del club lo estaban esperando unos niggers del tipo dimensional 4x4. Ni chance le dieron de poner la otra mejilla o de defenderse, se lo surtieron de volada. Él sólo decÃa: "Padre, perdónalos no saben lo que hacen". Pensé en hacerle el paro pero luego dije: "Ni madres" al ver llegar a los piratas del Grupo Táctico; no más me acercaba tantito y ya estaban con la macana lista para soltar los madrazos. Los negros corrieron como si fueran Ben Johnson pero ChuyÃn no pudo. Uno del Táctico lo alcanzó a agarrar de las trenzitas y vas pa'rriba del pick up en viaje sin escala a la Cárcel Municipal.
De un teléfono público le hablé a Tavo pidiéndole que consiguiera el money suficiente para pagar la multa. Me senté a esperarlo y a las dos horas llegó con Geraldine y otro tipo que no conocÃa; el tipo habló con el que atendÃa el changarro y pago la multa por faltas al Bando de policÃa y buen gobierno. Nos lo entregaron madreadÃsimo y descalzo; al pendejo le habÃan volado las Dr. Martens de Rubén pero eso, por las circunstancias, no lo consideramos importante.
Pasamos primero a la Cruz Roja para que le hicieran algunas curaciones. TenÃa el rostro lleno de moretones y cortadas; ahà lo vi, por primera vez, como lo vemos representado en la iglesia: una silueta deplorable y magullada de un hombre sangrante con el rostro apagado y los ojos cerrados.
En el camino a casa, sólo abrió la boca para decir: “¿Por qué TelNor no tiene una lÃnea directa para hablar al cielo?â€�
próximo capÃtulo:
Christo Phone Home
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revisión 2004: ¿Un clásico en el repertorio? Yeah, kind of. Gracias a que buten amigos dan clases en prepas y universidades es uno de mis relatos más leÃdos. Esta es una versión corregida del texto que apareció en el libro (hay otra, más extensa y actualizada que no encuentro por ninguna parte).
¿De qué se trata? Mmm, bueno, si tomamos en cuenta que Bukowski
tiene un relato llamado «Cristo en patines» pensé ¿por qué no puedo imaginarme a Cristo de joven confundido y suicida en TJ? Indie pop + tv shows + revistas underground + noches de farra + violencia + citas de la Biblia + a twisted sense of humour + referencias from de 70´s a los primeros 90´s + la city.
A pesar del anuncio, nunco hubo la idea de continuar el relato (era una broma, geddit?).
Risa y cariño a este Jesus.
Posted by logovo | 2:40 p.m.
Justo para mis alumn@s. ¿Conociste los "Evangelios con sabor a banda"?
Posted by V | 11:35 p.m.
ah pues fue una broma muy bien hecha =)
Posted by tazerk | 4:02 p.m.