12. ANGELICA SAYS
Angélica cree en mi destino, anhelos y mentiras. Angélica vive emocionada la alegrÃa de mi felicidad y consternada vive la agonÃa de mi constante depresión; Angélica es mi prozac, mi ecstasy, mi botella de licor. Angélica cura todo mi dolor con su mirada, con sus llamadas o sus faxes. Angélica es la palabra afectuosa de una amiga, el sueño romántico de una novia perenne y la caricia ardiente de un corazón en plena armonÃa. Angélica dice que no hay nadie como yo, que el mejor dÃa de su vida lo paso conmigo y yo le creo porque es cierto.
Angélica nunca se queja, nunca me reprime. Angélica no cuestiona mis gustos ni crÃtica a mis Ãdolos. Angélica me regala libros y sonrisas en amenas charlas de café, entre poemas malditos y cigarrillos mentolados. Angélica comprende mi negro sentido de humor y lo disfruta. Angélica vive encantada con mis historias, me da su tiempo y su compañÃa sin pensar en el reloj o en otro compromiso.
Angélica sabe escuchar y nunca me interrumpe. Angélica me da consejos cuando yo se los pido, no antes ni después. Angélica sabe que, al final, siempre hago lo que me apetece. Angélica me deja solo cuando lo necesito y esta junto a mà cuando la necesito. Angélica dice que tiembla nerviosamente cuando le platico las locuras que cometo en cada weekend. Angélica realmente se preocupa y eso me hace sentir bien. Angélica se enternece cuando le confieso que ella es la base de mi equilibrio y me anima con sus besos, palabras y caricias.
Angélica es mi punto de control y mi contacto con la realidad. Angélica me salva de mis ataques de rabia y me consuela y me mima como si fuera un niño. Angélica me pide a veces, que no viaje tanto, que baje la velocidad y yo me rió: Angélica sabe que nunca he podido decir que no. Angélica trata de entenderme y eso lo agradezco. Angélica tiene miedo que llegue el dÃa en que acabe todo y me marche. Angélica sabe que eso es imposible, que me puedo alejar pero que siempre volveré para encontrarnos en el mismo sitio.
Angélica ya deberÃa saber que, ahora y siempre, ella ha sido la otra parte de mi vida.
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revisión 2004: ¿Una declaración de amor? ¿Una carta suicida? ¿Una defensa puntual y escrita? Ya no me acuerdo. Algunas veces, antes de leer el texto, decÃa almost joking que era como si Lou Reed hubiera reescrito ¨La incondicional¨ para Magneto. SÃ, pero no. Conozco un par de tipos que se han ligado a chicas llamadas Angélica con este relato (uno nunca sabe para quien trabaja, no?).
El compita Roberto Castillo mencionó en la presentación del libro en el CECUT que este era uno de los textos que más le habÃan gustado (ojo, su esposa se llama Angélica). Mmm, puedo decir que está dedicado única y exclusivamente a Logovo? Pues eso.
Olvide comentar que este texto está inspirado en "Cuando regrese Roberto" de mr ejival, que escuche live and direct en aquel intento alter llamado CafeÃna.
Angélica nunca se queja, nunca me reprime. Angélica no cuestiona mis gustos ni crÃtica a mis Ãdolos. Angélica me regala libros y sonrisas en amenas charlas de café, entre poemas malditos y cigarrillos mentolados. Angélica comprende mi negro sentido de humor y lo disfruta. Angélica vive encantada con mis historias, me da su tiempo y su compañÃa sin pensar en el reloj o en otro compromiso.
Angélica sabe escuchar y nunca me interrumpe. Angélica me da consejos cuando yo se los pido, no antes ni después. Angélica sabe que, al final, siempre hago lo que me apetece. Angélica me deja solo cuando lo necesito y esta junto a mà cuando la necesito. Angélica dice que tiembla nerviosamente cuando le platico las locuras que cometo en cada weekend. Angélica realmente se preocupa y eso me hace sentir bien. Angélica se enternece cuando le confieso que ella es la base de mi equilibrio y me anima con sus besos, palabras y caricias.
Angélica es mi punto de control y mi contacto con la realidad. Angélica me salva de mis ataques de rabia y me consuela y me mima como si fuera un niño. Angélica me pide a veces, que no viaje tanto, que baje la velocidad y yo me rió: Angélica sabe que nunca he podido decir que no. Angélica trata de entenderme y eso lo agradezco. Angélica tiene miedo que llegue el dÃa en que acabe todo y me marche. Angélica sabe que eso es imposible, que me puedo alejar pero que siempre volveré para encontrarnos en el mismo sitio.
Angélica ya deberÃa saber que, ahora y siempre, ella ha sido la otra parte de mi vida.
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revisión 2004: ¿Una declaración de amor? ¿Una carta suicida? ¿Una defensa puntual y escrita? Ya no me acuerdo. Algunas veces, antes de leer el texto, decÃa almost joking que era como si Lou Reed hubiera reescrito ¨La incondicional¨ para Magneto. SÃ, pero no. Conozco un par de tipos que se han ligado a chicas llamadas Angélica con este relato (uno nunca sabe para quien trabaja, no?).
El compita Roberto Castillo mencionó en la presentación del libro en el CECUT que este era uno de los textos que más le habÃan gustado (ojo, su esposa se llama Angélica). Mmm, puedo decir que está dedicado única y exclusivamente a Logovo? Pues eso.
Olvide comentar que este texto está inspirado en "Cuando regrese Roberto" de mr ejival, que escuche live and direct en aquel intento alter llamado CafeÃna.
Me quito el aire cuando lo lei por primera vez. Aun lo hace.
Posted by logovo | 2:38 p.m.