01. ubertrip Agradecimiento, no confusión. Ese fue el mensaje central para resumir lo que vino después. Filling in the blanks, hoy por hoy excitados ante el peligro. Todo caótico exilio y perdición [nadadora] [ur fascista] [color caramelo]. Enrejados, traspapelados, olvidando cifras para no pensar en ello, crucificado time off, relajada tensión, tomando café, en terapia de alarma, repasando el video tape de estimulación mental.
Absurdo reclamo en fa, en typo emigré, pavement rubio y deshecho por las lluvias. Indisciplina como fix. Es que sí, that person, it’s me; tú eres aquella otra. En este Hall of Mirrors se ve tan claro. Todo lo rojo es negro, todo es Microsoft, todo es melodinámica en transición. Mentira, no ha dejado de ser una posibilidad grogui inspirada por agujas, Technics, beats grasosos, E’s y muchísimas caritas sonrientes. Respirar. Tú, yo, él, ella, nosotros lo compartimos todo: el desparpajo del estilo, friends de la sopa instantánea y el récord mular de speed garage que nos vio crecer en intentos. Tras esa fiesta inolvidable, a perfect choice: un rayo de sol para la última tentación de paseo y madrugada. Totalmente cierto, ayer lo confirmaron sistemas de sonido y videocámaras de seguridad en un correo de treinta mil bytes que ya impreso paso de mano en mano.
So, wanna a hit? Un verano feliz, el montaje de la primera retrospectiva del Club de la Apatía, colgados de la novedad, observando desde el viejo minarete una procesión logofilica de la juventud triste de los suburbios, la caída de la economía y sus esquemas de reducción, intuir la complejidad de las cosas que dentro de poco vendrán. Come on, let’s do it. Again and again and again and again. Juntos tú, yo, él, ella, nosotros en una nueva dimensión que promete ser de lo mejor, picos de esperanza precipitada y euforia sin justificar. Dulce tentación.
Ahí nos encontramos los que escupimos y cupimos, los que dejan abierta la puerta y sonríen como farolitos. What’s happen now? [sic] Alguien tenía que poner on-line el cruel circo de anuncios fortuitos. Detonar la bomba, porque sí y porque ya no hay tiempo para agobiarse, la pena ajena nunca fue un pretexto, tan sólo un yield de liga intertextual. Una falsa esperanza. Cómplices, cercados, envueltos en celofán y cristal, arropados por la inconsciencia, bendecidos por el alcohol y esa cosa siniestra [voluntad propia]. ¿Vamos a explotar o qué? Necesitamos algo más que inseguridad, necesitamos dinamitar la ciudad.
EQUAL is not a small word. Si todo fuera tan sencillo, tan relajante como programa de auto ayuda en doce pasos o, por lo menos, tan distante como una forzada cita al filósofo post-desencanto que nunca entendimos. ¿Importan o no los susurros de mil adictos al karoake pop, los escándalos de superstars en potencia, las dulces lágrimas de las mujeres malas de matar, el impulso caníbal de maffia ware? En ocasiones como ésta, la miseria es un buen cómplice.
El fracaso es positivo, al menos para ellos que llevan las gafas negras de moda, desayunan fruta con stickers y sueñan con el hip hop de escalera. It’s so droid to kill our emoTVity, my little underground, cuando las cosas son claras por primera vez: catalizadores de revoluciones de lo que debiera ser y nunca es, un estado general de entusiasmo, una simple manera de sobrevivir en la nada. Toma aérea del lado oscuro y un disfraz para todas las fiestas futuras. Vivir para morir o volver a ser. Decir “yeah, yeah” como clave de acceso a un ruidismo selecto para intereses subterráneos y singles de importación. Danos tiempo y derribaremos todo lo que motiva seguridad [a-n-y-t-h-i-n-g]. En contra, el resultado: un emotional crash con swing de rabioso compromiso, gente abollada y corazones oxidados. Brete será un buen nombre para lo que salga de aquí.
Sad besarkada para un hombre sick de consumo interno. Avienta tú la primera piedra, yo jamás pondré la otra mejilla y all of us, what a fuck, grabaremos nuestro nombre en el santo cadáver de sus miedos. Él vendrá a jalar el gatillo y ella también, con una sonrisa de amiga. Esa será la primera muerte en Viva Familia. Ahí estaremos respetando por un instante nuestro presente, beyond(eados) en una situación construida, mandando subverfaxes and drinking vietnamitas como siempre. Daté prisa, take a polaroid que momentos felices como este no duran. [click]
Don't know what it said, but is seems real interesting.
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Posted by Anónimo | 9:48 a.m.